Un chiringuito en la playa…

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A pesar de haber nacido y vivido en el norte de Bélgica, yo siempre tuve claro, sin embargo, que al finalizar mis estudios o cuando pudiera, me instalaría tarde o temprano en algún lugar de la costa mediterránea española. Mi padre es belga, pero mi madre es española y de Valencia. Con lo cual, todos los veranos íbamos a ver a la familia y nos quedábamos unos días en la playa disfrutando del sol y del buen humor español que tanto echábamos de menos en Bélgica.

Así pues, en cuanto acabé mi FP de cocina, tal y como lo había pensado y predicho, me fui a España para probar suerte, concretamente en casa de una de mis tías maternas que residía en Alicante, y allí estuve de aprendiz un tiempo en un pequeño restaurante de la zona. También estuve después trabajando en otro restaurante de camarero y más tarde varios años como ayudante de cocina. La verdad es que aprendí mucho en ambos lugares y que me gustó tanto que le puse muchas ganas. El tiempo pasó volando… Pero yo cada vez lo tenía más claro: la cocina era lo mío. Era joven, entusiasta y talentoso. Estaba dispuesto a comerme el mundo, o por lo menos una parte de éste. ¿Cómo? ¡Abriendo un chiringuito en la playa! Mi padre se mostró al principio, a diferencia de mi madre, un poco reticente pero al escuchar mis argumentos y al verme tan feliz y seguro de mí mismo, se dejó finalmente convencer y me dijo: “¡adelante!”.

Juntos estuvimos viendo algunos locales hasta que caímos sobre el que más nos gustó. Una vez reformado, sólo me quedaba amueblarlo a mi gusto. Para ello, decidí confiar en la tienda de muebles online Dismobel, una firma avalada por más de cincuenta años de experiencia en el sector del hábitat, distribución de muebles de las mejores marcas y fabricación de muebles a medida. Esta tienda dispone de un amplio catálogo en el que se podían ver las últimas tendencias en muebles y decoración con los que conseguir darle un estilo propio y mucha personalidad a mi local. Y así empezó todo…

¿Por qué dedicarse a la cocina?

Ahora pensaréis: ¿por qué dedicarse a la cocina? Y os contestaré sencillamente que por miles de razones… En primer lugar, porque se trata de un trabajo apasionante y para nada aburrido. Además, hay que reconocer que en España, al ser el turismo uno de los motores principales de la economía, ello hace que el sector de la hostelería sea una buena fuente de oportunidades laborales. Por otra parte, es posible gracias a la cocina conocer a gente muy diversa y de todos los lugares del mundo. Esto es muy enriquecedor en todos los sentidos, tanto a nivel profesional como personal. Con ello, se trata de un trabajo en el que aprendes sin cesar y en el que hay que innovar constantemente para sorprender a los comensales. Eso presupone utilizar nuevos y selectos productos o condimentos.

Se trata de un oficio en el cual es necesario ser una persona abierta y a la cual le vaya la marcha. Hay que ser también una persona un tanto proactiva y no tenerle miedo a nada para ser capaz de hacer frente a situaciones inesperadas o a cualquier tipo de imprevisto. Se trata, en efecto, de un trabajo “adrenalínico”, no muy apto para gente más bien pasiva. Desde hace un tiempo ya, se ha ido comprobando que los buenos cocineros están casi todos trabajando. Pues, son muchas las ofertas de empleo que salen en el sector de la hostelería y de la gastronomía.

A día de hoy, el comensal se ha vuelto sumamente exigente y está muy informado y/o formado. Por lo que, el sector necesita a gente motivada y comprometida. Y por muy duro que sea el oficio de cocinero, elaborar un plato de la A a la Z es algo que no deja a nadie indiferente porque es verdaderamente un proceso apasionante, y luego de ello ver reflejada la satisfacción en la cara de los comensales, ¡eso vale todo el oro del mundo! Es el mejor regalo de esta profesión y para mí se trata del  motor que rige mi vida y que me permite seguir creciendo y disfrutando de mi trabajo. Hace poco que me he lanzado en la aventura solo, pero mi chiringuito en la playa ha quedado precioso gracias a los muebles y a la decoración que encargué en la tienda online Dismobel.

El toque de distinción de mi local unido al de mi cocina me están dando poquito a poco a conocer y espero hacerme un pequeño hueco en este sector tan codiciado. De momento, las cosas parecen ir por buen camino…

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