Si algo tiene el Yoga es lo fácil que es practicarla en prácticamente cualquier sitio sin necesidad de muchas cosas, una esterilla y ropa cómoda y listo.
No es necesario adentrarnos en el Himalaya ni viajar a la India si lo que queremos es practicar esta maravillosa herramienta de auto-conocimiento a través del cuerpo.
En España son muchos los destinos desde los Pirineos hasta el sur, con playas y montañas donde reina el silencio y que acompañan a la práctica del Yoga.
Ya sea una escapada de fin de semana o unas buenas vacaciones los retiros en espacios naturales y silenciosos son una opción cada vez más buscada para darse un respiro de la ajetreada vida en la ciudad. Después de una visita a mi tío en San Vital, una de las enfermeras de esta residencia madrileña me habló de algunos de sus retiros de yoga favoritos en Ibiza.
¿Por qué elegir Ibiza para hacer Yoga y Desconectar?
Lo bueno de los retiros es que tienen muchas actividades relacionadas con la vida sana, desde senderismo, baños, caminatas meditativas, masajes y surf. Con el denominador común de desconectar del mundanal ruido estos lugares se convierten en el destino perfecto donde disfrutar de la belleza del paisaje, la gastronomía y el relax.
Y es que a veces, no hay otra forma que obligarnos a alejarnos del ruido para empezar a escucharnos. Tenemos este tipo de retiros en Huesca, Castellón, Granada, Barcelona, Cáceres, Jaén y Gredos, si bien un destino indispensable es Ibiza y en general todas las islas del Mediterráneo por ser lugares con un paisaje paradisíaco que despierta nuestros sentidos y hace muy natural conectar con la naturaleza.
Hay quienes asocian Ibiza con la fiesta, sin embargo también hay una Ibiza menos conocida en la que reina la tranquilidad.
Destinos como Santa Eulalia el Río, que es la capital del norte de la isla, muy bien comunicada y construida en cuadrículas, en lo que recuerda a Barcelona, con lo que es muy fácil moverse y tener una estancia agradable.
Es un lugar típicamente ibizenco con sus callejuelas y tiendas de todo tipo, mercadillos y playas. Ahora bien, un destino que no puede faltar es el de San Carlos de Peralta, la capital de lo hippy por excelencia, bueno, o lo que queda de este movimiento setentero.
La popularidad del bar Anita lo convierte en centro de reunión y comunicaciones, y es que durante décadas ahí se encontraban los buzones de correos para alemanes, holandeses, americanos que vivieron su esencia más hippy en la isla.
El mercadillo de las Dalias es un lugar que no podemos perdernos al visitar esta peculiar zona de Ibiza, para empaparnos de este espíritu de “paz y amor” que parece haberse detenido en el tiempo en este lugar.
Los lunes y sábados se celebra un espectáculo mundial bajo sus jaimas y parras que merece la pena visitar.
Por otro lado, y para terminar nuestra visita y seguir practicando asanas en playas paradisiacas y menos transitadas por el turismo, generalmente abundante, de la isla podemos ir a la Cala de San Vicente.
Y es que, el que quiere playa tranquila tiene que esforzarse un poco. Así es, la que puede que sea la mejor playa de Ibiza está algo alejada de la capital.
Ahora bien, el esfuerzo merece la pena por ser una playa espectacular, muy larga y de arena fina, donde no tendremos problemas de masificación y podremos disfrutar de nuestro deseado silencio.
Otra cala que no podemos perdernos es la Cala Martina, muy cerca del pueblo de Es Canar, de acceso sencillo tanto a pie como en bicicleta se trata de una playa frecuentada a menudo por pequeñas colonias de hippies. Además, también es una buena playa para practicar deportes de agua como el buceo o el windsurf y acompañar a nuestra práctica de Yoga de otros deportes.
Para terminar el Parque Natural de Ses Salines, un espacio ideal para acercarte a un espacio único en las Baleares. De hecho, adquirió la categoría de Parque Natural en 2001 y comprende espacios tanto de Ibiza como del norte de Formentera, otra de las mejores islas para seguir con nuestra práctica de Yoga buscando la tranquilidad y el silencio.