Buceo de rescate o rescue diver

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El mundo submarino es tan apasionante como peligroso. Adentrarse en aguas profundas es algo que a muchos gustaría hacer, para poder observar la fauna y flora marina al mismo tiempo que interactúas con ella. Cada vez es más fácil poder realizar este tipo de actividades, dada la proliferación de escuelas de buceo que imparten clases de buceo y realizan actividades relacionadas con el mismo. Se trata de actividades cada vez más demandadas, debido al espectáculo en vivo que ofrece el mundo submarino.

Aunque para otros tantos, la mejor forma de ver el fondo del mar, es a través de la pantalla y sin necesidad de mojarse demasiado. Que el mar entraña sus riesgos y conlleva una serie de peligros imprevisibles. Lo que a los amantes del riesgo, no les supone ningún problema. Por lo tanto, si te gusta el mundo del buceo y además, quieres hacer que tu profesión sea diferente, el buceo de rescate es una de las opciones más atractivas. Si te gusta el fondo del mar, amas el riesgo y quieres dedicarte al salvamento, ser rescue diver, puede ser en realidad, “diver” de verdad.

El buceo de rescate es una de las modalidades de buceo menos populares, todo sea dicho de paso. Sin embargo, es una de las más gratificantes, puesto que permite ayuda a muchas personas. En la actualidad, la mejor manera de convertirse en este tipo de buzo, es realidad el curso de rescate, denominado Rescue Diver. Con este curso, no solo se aprende lo necesario para poder realizar esta función rescatadora y dedicarse a ello, además, parece ser que es divertido. Además, parece ser que obtener esta certificación resulta más sencillo de lo que parece y se le saca mucho partido.

En que consiste la formación en buceo de rescate

Por mucho que hablemos de diversión, el rescue diver, no debe ser tan divertido. Aunque nos confirman nuestros compañeros de Prodive Lanzarote, expertos formadores de este curso de buceo SSI avanzado en Lanzarote que, ciertamente resulta muy estimulante a todos los niveles y en todos los sentidos. En lo que al curso respecta, se trata del curos de buceo de rescate más conocido a nivel mundial. Con el mismo se adquieren todos los conocimientos necesarios para que la persona adquiera mayor confianza en sí misma, al mismo tiempo que aprende a trabajar en situaciones en las que acompañan altos niveles de estrés.

Mediante esta formación tan específica, no solo se adquiere el conocimiento necesario para convertirse en buzo de rescate, también se adquiere la experiencia y las habilidades necesarias, con las que se puede hacer frente a las diferentes situaciones de emergencia.

Lógicamente no todo el mundo puede realizar este tipo de curso por mucho que te capacite. Para poder acceder al mismo, hay que cumplir de antemano una serie de requisitos. De no cumplir con todos ellos, el acceso a la formación no es posible, lo que nos da una idea de la calidad del mismo.

Se trata de una formación que, no obstante, puede recibirse a partir de los doce años, aunque no se puede desarrollar a nivel profesional hasta la mayoría de edad. Los menores de quince años, obtienen la titulación de Junior Rescue Diver. Para acceder al curso, obviamente hay que rellenar el formulario correspondiente, ofrecido por la escuela de buceo o el instructor elegido. Son formularios fáciles de completar y que no requieren mucha dedicación.

A esta solicitud hay que acompañarla de un certificado médico que garantice que las condiciones de salud, son adecuadas. Junto a los formularios, tiene la finalidad de demostrar que el aspirante, cuenta con las capacidades necesarias para poder realizar el curso. Es posible que en algunos casos se exija un certificado médico más específico que implique la realización de pruebas especiales, para poder acceder a la formación como buzo de rescate.

En cualquier caso, ante la duda, siempre se puede contactar con el centro de buceo elegido para que indiquen lo que hay que presentar.

Algunas de las razones para realizar este tipo de formación, pasan por convertirse buceador de rescate, lo que demuestra que se trata de una persona preparada para cualquier situación de emergencia submarina. Esto muestra la responsabilidad como buceador, al tiempo que aumenta la confianza de los compañeros de buceo. Con esta formación se adquieren las habilidades y conocimientos necesarios para poder ayudar a otros buceadores en caso de necesidad. Lo que implica poder impactar de forma positiva en la vida de otras personas que se encuentran en peligro.

El entrenamiento que se recibe como buceador de rescate, aumenta el conocimiento sobre el entorno submarino y otros buceadores, mejorando la seguridad y ayudando a la hora de detectar problemas, durante la actividad.

Convertirse en buceador de rescate

Convertirse en un buceador de rescate es algo con lo que todos los buceares deberían contar. Para un buceador experimentado, la formación de buzos de rescate supone un punto de inflexión, ofreciendo la posibilidad de adquirir habilidades cruciales que enriquecen la aventura de buceo. Obtener la certificación como buceador de rescate, abre las puertas de un conocimiento más profundo, relativo a la seguridad y capacidad para manejar las emergencias en el mundo submarino: desde una crisis médica hasta una situación de pánico. Los buzos de rescate, adquieren las habilidades necesarias para la resolución de los problemas que se produzcan, manejar el estrés y realizar técnicas de rescate efectivas.

De ahí la importancia de realizar un buen curso de buceo de rescate. Por lo general este tipo de cursos, constan de dos partes, una teórica (menos diver) y otra, práctica. Esta última es la que anima a quienes la hacen. No obstante, ambas partes son igual de importantes a la hora de lograr los mejores resultados.

Para poder obtener la titulación y, por tanto, ejercer como buzo de rescate o al menos, contar con la capacitación para ello, uno de los requisitos esenciales es completar todas y cada una de las sesiones, así como realizar los exámenes. Por supuesto, las evaluaciones deben superarse para obtener el certificado.

Al finalizar el curso, hay que realizar un examen final que, no solo tiene que aprobarse, hay que hacerlo con nota, ya que en la mayoría de ocasiones, exigen un mínimo de ocho para superar la prueba. Se entiende que si se poseen todos los conocimientos necesarios, aprobar con la nota deseada no supone mucho esfuerzo.

Por otro lado, hay que realizar un curso de primeros auxilios y superarlo sin problema. La finalidad de este tipo de curso, no es otra que la de obtener los mecanismos de primeros auxilios, necesarios a la hora de salvar la vida de la persona rescatada.

Con objeto de acercarnos más a este tipo de curso, vamos a adentrarnos un poquito en algunos aspectos de la teoría y de la práctica.

La parte teórica se centra en que la persona interesada, sea capaz de obtener los conocimientos necesarios para ponerlos en práctica, durante la fase de prácticas. Con la formación teórica se aprenden técnicas para trabajar dentro y fuera del agua, con elevados niveles de estrés. Se aprende los principales motivos del estrés, no solo a nivel personal sino en los demás. De manera que se puedan utilizar las herramientas adecuadas para reducir el miso y hacer que la situación sea más manejable.

También dentro de la fase teórica, se adquieren conocimientos sobre las técnicas para trabajar en caso de accidente, conociendo todos los pasos a seguir para que el rescate en el agua tenga éxito. Proporciona habilidades de rescate con las que es más fácil salvar la vida de una persona y realizar bien el trabajo en caso de dedicarte a ello profesionalmente. Por último se aprende a reconocer los factores que pueden hacer que los rescates se compliquen, lo que permite saber con mayor facilidad la manera de actuar.

Dentro de la parte práctica, se deben realizar como mínimo tres sesiones en aguas confinadas y otras tres en aguas abiertas. En algunas ocasiones, pueden ser más las sesiones necesarias para obtener la titulación. En la parte de aguas confinadas, se realizan los ejercicios de habilidades para controlar el pánico y de rescate de personas inconscientes.

En la parte destinada a las aguas abiertas, se aprende a detectar el estrés debajo dela agua y a reaccionar en consecuencia. A esto se le añade el aprendizaje de técnicas para ayudar a un buceador cansado o en estado de pánico y se realizan ejercicios de rescate.

Como se puede entender, la finalidad de este tipo de formación no es otra que la de capacitar al buceador, para que sepa reaccionar en las situaciones más complicadas. Una de las primeras cosas que hay que aprender a controlar en el agua, es el estrés. En el momento que el estrés domina al buceador, las posibilidades de éxito se reducen notablemente. Razón de más por la que hay que realizar este tipo de cursos y hacerlo con verdaderos profesionales.

La misión de un buzo de rescate es, como su nombre indica, la de realizar rescates en el entorno submarino. Algo para lo que nadie está preparado, salvo que cuente con la formación y experiencia necesarias. Si te gusta el buceo, tanto si piensas dedicarte al rescate como si no, este tipo de curso, resulta indispensable.

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