Como bien defienden los profesionales de FINS ARA, la salud mental es un tema recurrente hoy en día (y solicitado). Quizá ya no sea simplemente por el hecho de que estamos reconociendo más que nunca que sufrimos estrés y necesitamos ayuda, sino que también puede que influya nuestro propio cambio de perspectiva respecto a la idea de ir al psicólogo.
Y es que no hace mucho, acudir a terapia o ir al psiquiatra estaba muy mal visto. “Ir al loquero” era lo más más común que se podía escuchar cuando alguien visitaba a estos profesionales. Para no ser juzgadas, la mayoría de las personas de hace no muchos años han estado reprimiendo sus emociones y rechazando por completo la idea de ir a un psicólogo por vergüenza.
Sin embargo (y afortunadamente) ya no está mal visto. Estamos en una era en la que las personas reconocemos abiertamente lo que sentimos y solemos pedir ayuda cuando lo necesitamos. De hecho, la terapia ha avanzado a pasos agigantados, de modo que los psicólogos están ya preparados para ofrecer sus servicios a través de una pantalla y hasta en tu propio hogar.
Cuando ir a terapia no parece la mejor solución.
Ir a terapia suele ser beneficioso para nuestra salud en muchos sentidos ¡y no sólo por el tratamiento en sí mismo!
Los centros de terapia, psicólogos o como quieras llamarlo, están diseñados de una forma específica para que te sientas bien en todo momento. Los psicólogos saben que la decoración, los colores, la música e incluso el olor puede influir en la mente y el estado de ánimo de cualquier persona, y por eso trabajan estos aspectos a fondo.
De modo que, cuando acudes a terapia lo primero a lo que estás enfrentándote es a salir de tu zona de confort. Cuando sales de tu zona segura, estás siendo valiente, viendo cómo es el mundo de fuera (cuando paseas o conduces hacia donde se encuentre tu psicólogo) y, además, pasas el rato contando tus problemas a una persona externa en un espacio externo a tu hogar. Dicho de cierto modo, estás sacando de tu casa tus problemas y tu malestar, ya que tu casa es como tu mente; mejor que esté limpia de malas energías y pensamientos tristes ¿verdad?
Sin embargo, este proceso puede volverse una completa pesadilla para las personas que sufren diversos trastornos, como es el caso de la agorafobia. Tu zona de confort, tu hogar o cualquier espacio que consideres seguro se convierten en el único espacio en el que puedes estar sin entrar en pánico. Para las personas que sufren este trastorno, la idea de recibir al psicólogo en su propia casa se convierte en la mejor opción.
El terapeuta puede visitar al paciente en su propio hogar e intentarle hacer ver poco a poco que no hay nada malo fuera. Estas sesiones son lentas, requieren de acompañamiento especializado y seguimiento continuo, y como hemos mencionado, necesitan tratarse desde la zona segura de la persona afectada.
Como puedes comprobar, la atención psicológica en el hogar es muy necesaria en este tipo de casos, y no son los únicos en los que puede ser necesaria. En casos de personas que sufren un nivel muy grave de depresión, o personas dependientes, también puede ser realmente útil.
De igual manera, las personas que sufren sobrepeso, las que sufren algunas enfermedades que no les permiten el contacto con la luz (fotosensibilidad) las que están muy débiles para salir porque están pasando por una enfermedad como el cáncer, o aquellas que se encuentran en situación de invalidez, encontrarán un gran consuelo en el profesional o la profesional que acuda a sus hogares para tratar de solucionar sus problemas psicológicos.
De hecho, esta manera de tratar a un paciente que presenta dificultades para salir de casa se presenta mucho mejor que la terapia online.
¿Y por qué decimos esto? Pues la respuesta es sencilla. La terapia online crea cercanía y comodidad a quien la necesite, pero no puede compararse con el contacto humano. Aunque una pantalla disponga de una gran resolución, nunca podrá equipararse a mirar a alguien a la cara, tender una mano si fuera necesario, dar un abrazo de consuelo o escuchar a alguien cara a cara.
El contacto físico es una pieza clave para superar cualquier mal, y esto no se puede lograr a través de una pantalla; siempre será mejor tratar con calidez y cercanía cualquier problema psicológico, aunque no salgamos de casa, ya que una mente sana es la cura para todos los males de nuestro corazón.