Valencia, tierra de flores, luz, amor y ¡cítricos!

Valencia

Los cítricos son un asunto típicamente valenciano, tal y como demuestran empresas productoras y distribuidoras como Naranjas al día, compañía dedicada a la venta de naranjas y mandarinas de por internet, sin intermediarios. Los frutos cítricos superan ampliamente el tercio de los más de 3.000 millones de euros facturados por los productos agrícolas de la Comunitat Valenciana en 2013. En concreto, corresponden a estos productos 2.104 millones o, lo que es lo mismo, un 38 % de la cuota de mercado agraria y exportadora. Es decir, casi un 10 % del conjunto de las exportaciones, de este u otro sector, registrados por la comunidad autónoma levantina. 

Orange FruitDe acuerdo con los datos oficiales del gobierno autonómico, la Comunitat Valenciana lidera por tanto las exportaciones de cítricos en España. Cerca de tres de cada cuatro cítricos procede de sus campos. De entre ellos, sobresalen en especial las mandarinas, que suponen algo más de la mitad de las exportaciones citrícolas valencianas, y comienzan a despuntar los limones, cuyo crecimiento alcanzó un 13 % durante ese mismo 2013. 1.100 millones de euros son los que han dejado las mandarinas en la Comunitat Valenciana en 2013, por 848 millones de euros de las naranjas (40 % de las exportaciones) y 138 millones de euros de los limones. Más rezagados se encuentran las toronjas y pomelos, con apenas 16 millones de euros generados. La mayoría de estos cítricos van a parar a Alemania, con un 24 % del total. 515 millones de euros desembolsaron solo para catar el frescor de las mandarinas, naranjas y limones valencianos. Además, parece ser que alemán que prueba un cítrico valenciano es alemán que repite: el incremento de las exportaciones al país teutón crecieron un 3 % entre 2012 y 2013. No menos aficionados a la huerta levantina son los ciudadanos de Francia, Países Bajos y Reino Unido, que en combinación con los alemanes copan el 61 % del mercado exportador de cítricos. Aunque su pasión todavía no alcanza semejantes cuotas de popularidad, los noruegos y los estadounidenses cada vez se animan más a comprar cítricos valencianos, puesto que son los mercados que han experimentado una mayor tasa de crecimiento en este periodo con un 18 % y un 17 % de subida respectivamente.

En datos generales, España es el mayor productor de cítricos de la Unión Europea y quinto en el mundo con una producción anual superior a 5 millones de toneladas métricas durante la última década, según puntualiza el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (Ivia), que insiste en que “el dinamismo de la citricultura valenciana ha permitido alcanzar unos niveles de sanidad vegetal excelentes en relación a otros países productores”. Una comparación que se impone sobre países productores de la cuenca mediterránea que se encuentran en competición directa con el campo valenciano y español.

Entre las razones que explican esta popularidad mundial de las mandarinas y naranjas valencianas se encuentran, aparte de su excelente sabor -fruto del delicado equilibrio entre acidez y dulzura-, las propiedades beneficiosas para la salud que supone su ingesta cotidiana. Bajas en calorías pero ricas en nutrientes –destacan como fuente de aminoácidos, potasio, calcio, hierro y sodio-, entre sus aportes destacan la vitamina A, B1 y C. De hecho, una sola naranja puede proporcionar por completo al cuerpo la cantidad diaria recomendada de vitamina C, esencial para el desarrollo de dientes, encías, huesos y cartílagos, para la correcta asimilación del hierro en la nutrición, la reparación del tejido conectivo, la producción de colágeno, la metabolización de las grasas, la cicatrización de las heridas y la potenciación del sistema inmune del organismo. Por tanto, las características nutricionales de las naranjas y mandarinas valencianas les convierten en un fruto indicado para la prevención de la salud, gracias a sus propiedades anticancerígenas, antiinflamatorias –perfectas para aliviar el dolor por artritis y la rigidez de músculos y articulaciones- y antioxidantes. En este sentido, el D-limoneno, un componente abundante en los frutos cítricos, ha demostrado funcionar como un importante agente en la prevención de diversos tipos de cáncer, como el de piel, el cáncer de mama, el de pulmón, el de boca o el de colon. Por su parte, la hesperidina, más presente en la cascara de la naranja que en la pulpa, resulta una sustancia adecuada para mantener a raya el colesterol y, combinada con el magnesio, reducir el nivel de presión sanguínea. La hesperidina, junto con la fibra y el folato de la naranja, también ayuda a regular el funcionamiento del sistema cardiovascular. Y si uno es más cerebral que sentimental, también está de enhorabuena: el ácido fólico de las naranjas contribuye al desarrollo de las capacidades cerebrales.

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