Aclamado por unos; vilipendiado por otros. Este material altamente sostenible y fácilmente reciclable o reutilizable, es objeto de controversia entre los defensores del medioambiente y los grandes consumidores del plástico. Desde Pérez Linares Plastic Solutions, profesionales del sector del plástico, nos han hablado de sostenibilidad, uso precario y de como los envases de plástico, son cada vez más benévolos con el medio ambiente.
En torno a este material, surgen numerosas disputas. Sin embargo, todo el mundo, hace uso del mismo en cualquiera de sus múltiples e infinitas versiones. ¿Qué tan malo tiene el plástico para contar con tantos incoherentes retractores? La respuesta a esta pregunta, es sencilla y simple: el uso que se le da y la poca importancia que se confiere a su reaprovechamiento.
Ciertamente, desperdiciamos diariamente ingentes cantidades de plástico. Cuando digo desperdiciar, digo justo eso: desperdiciar y desaprovechar los beneficios que conlleva reciclar el plástico para el planeta y la economía circular.
Los culpables de este hecho, no son los fabricantes en primera instancia. Los principales responsables del mal uso que se le da, somos los consumidores. Es decir, prácticamente, toda la sociedad. Si bien es cierto que muchos reciclan todo lo posible, no siempre es posible reciclarlo todo.
El mayor problema de este mal uso es que el plástico esta copando los mares. En la actualidad es más fácil pescar una botella que un pez. Este es el factor clave y preocupante que genera tantas disputas, polémicas y controversia.
No se trata realmente de que el plástico sea un material malo, al contrario. Si no de como se utiliza de forma indiscriminada. Existen muchos productos que los que el plástico se utiliza como envase cuando este no es realmente necesario. En vez de buscar alternativas, algunas empresas no cejan en su empeño y siguen abusando de su uso. Ahí, es donde vemos que se da una utilidad innecesaria y desproporcionada que genera un enorme desperdicio que va a parar a los mares.
Toma de conciencia
Podemos hacer referencia a las virtudes del plástico y su éxito gracias a las mismas: su alta resistencia a la corrosión, en relación al peso, su durabilidad elevada y la baja conductividad eléctrica y térmica, su baja toxicidad, el bajo coste y el resultado visual atractivo. Indiscutiblemente, es uno de los materiales artificiales más versátil.
Sus infinitas aplicaciones en diferentes sectores, lo han convertido en indispensable: embalaje, construcción, maquinaria, productos electrónicos, etc. Como el aire, el plástico esta en todas partes.
Es momento de tomar conciencia, aunque ya haya gran parte de la población concienciada con el problema, no hay acción. Al menos, no la necesaria para combatir la debacle que los restos de plástico originan en el medioambiente. Mares, vertederos, calles… llenos de envases que a su vez, son victimas de un consumidor irresponsable e incapaz de eliminarlo de la forma adecuada. Deshechos que las propias empresas encargadas de gestionar los residuos, dejan caer en el mar.
Todos hemos de hacernos cargo del mal uso que le damos al plástico. Actuar en consecuencia es el paso siguiente. Evitar consumir productos que tengan plástico de más en una de las acciones más sencillas de llevar a cabo. Procurar reciclar todo lo posible, es otra de ellas. Aunque luego resulta que tu reciclas pero quien gestiona esos residuos, deja mucho que desear en su gestión.
No se trata de hacer campaña contra el plástico. El plástico no es el enemigo. Los verdaderos culpables del daño que este material causa, somos nosotros. Nos guste o no, es así. Todos y cada uno de nosotros porque de forma inevitable, consumimos ese producto y no hacemos un uso responsable del mismo en la mayoría de las ocasiones. Lo tiramos en la basura sin pensarlo.
Obviamente, hay que decir que realmente es imposible reciclar todo el plástico. Cuando este material es parte de otro componente, no se puede reciclar como corresponde. Cuando te encuentras que un envase de plástico, va embalado en otro soporte de plástico y a su vez, en una bolsa del mismo material, desistes.
La opción del plástico biodegradable, esta ahí. Muchas empresas del sector, son amigables con el medio ambiente y centran todos sus esfuerzos en desarrollar nuevos materiales de similares características, pero con unas consecuencias menos desastrosas para el medio ambiente.
Cabe señalar que gran parte de los principales productores de residuos plásticos, son países que carecen de una infraestructura adecuada para hacer frente a la gestión de residuos necesaria.
En oriente, se generan, desde China, Indonesia, Filipinas y Vietnam, la mitad de esos residuos plásticos malamente gestionados del mundo. Aunque en algunos países de occidente, no se quedan cortos.
La crisis del plástico se agrava cada día que pasa. A este ritmo, tanto si se toman medidas como si no, la envergadura del problema, puede convertirse en algo irreversible para el planeta. Por esta razón, la toma de conciencia al respecto es primordial. Actuar en consecuencia, de forma coordinada y a gran escala, implicándose en las actuaciones, ciudadanos, empresas, gobiernos y organizaciones, es la única manera de evitar un colapso. Al menos, así lo señalan los expertos.
Cosas buenas del plástico
Algunas empresas, están ampliamente concienciadas en este sentido. Preservar y cuidar del medio ambiente, mediante al aprovechamiento de la energía y el uso de alternativas para minimizar el impacto, es una de sus prioridades.
Los proyectos iniciados tratan de minimizar el problema, utilizando materiales biobasados o biodegradables. Siendo materiales de opción para las empresas que encargan los envases. Ya queda en estas últimas tomar la decisión de elegir un tipo de plástico u otro.
Algunas razones que marcan la diferencia de lo que ofrecen estas empresas son la seguridad que ofrecen los envases que producen. La protección de los productos que en ellos se introducen, procurando un suministro higiénico y seguro, sobre todo en el sector alimentario. La conservación de los productos, prolongando su vida y evitando el desperdicio de alimentos. Su versatilidad prácticamente ilimitada y su facilidad de reciclaje que puede darle muchas vidas.
Todas estas cosas buenas que ofrece el plástico, son las que tenemos que aprovechar y saber utilizar con conciencia.