Llega el Sol, llega el turismo al Mediterráneo

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Ya está aquí el sol. Ya empiezan todas las terrazas de los bares a extender sus toldos, abrir sus sombrillas y a mirar con optimismo al turismo que se acerca poco a poco hasta nuestras costas levantinas. Las empresas dedicadas a la instalación de toldos empiezan a recibir llamadas, el doble, el triple, el cuádruple de llamadas más que en el resto del año, toldosclot.com en Barcelona tiene que organizarse la agenda porque empiezan a tener una instalación diaria y nosotros, los lugareños, empezamos a despertar del aletargado invierno.

Y eso que aquí en la zona mediterránea no es que el invierno cause demasiados estragos pero es lo que tiene estar acostumbrado a las altas temperaturas, que luego te las bajan un poco y te congelas de frío, ya no quieres levantarte del sofá por si se te cae la manta y cuando el mando a distancia está muy lejos pones cara de cordero degollado para ver si alguien se apiada y te lo acerca con tal de no tener que sacar el brazo de ese huequito tan calentito que te has fabricado entre los cojines.

Todo igual cada año. Los hosteleros se frotan las manos con la llegada del sol, unos con más éxito y otros con menos, pero en general con la esperanza de cubrir deudas y obtener los beneficios necesarios que les permitan seguir abiertos un año más, para esperar el siguiente periodo estival y turístico.

El Mediterráneo es así, vive de los “guiris” y del turismo nacional, aquí, en Italia, en Gracia y en prácticamente toda la costa mediterránea pero ¿es todo el turismo igual? ¿se notan las diferencias entre estar en una playa en Alicante y estarlo en Cittavechia? Pues prácticamente no hay diferencia la verdad, al menos en ese sentido. Sin embargo, sí hay ciertos lugares un poco más diferentes: Chipre, el Mediterráneo que seguramente no conoces.

Chipre: el desconocido del Mediterráneo

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Chipre es el enclave más oriental de Occidente en el Mediterráneo y allí se cumple el tópico tantas veces repetido porque es “la gran desconocida”. Es verdad, casi nadie sabe nada de Chipre, ni siquiera serían capaces de reconocer sus paisajes mientras que, sin haber estado en Grecia, creo que la mayoría podríamos dilucidar qué tipo de paisaje tiene.

Geográficamente es una isla griega más, pero se trata de un país independiente cuyos habitantes se sienten orgullosos de ser más antiguos que la propia Grecia. Hoy en día, la República de Chipre sigue teniendo una influencia griega muy denostada, de hecho, cualquier turista en Chipre podría pensar que se encuentra en Grecia, a no ser que busque la acrópolis claro está, porque allí no la va a encontrar. Pero también es verdad que tiene grandes diferencias porque es un país por el que han pasado muchas culturas, tal vez demasiadas, y eso se nota en sus calles. Han pasado fenicios, griegos, egipcios, hititas… etc.

Pero lo tiene todo: playas de arena limpia y agua cristalina, resorts de lujo que igualan el poder de los resorts de Punta Cana o la Riviera Maya, ruinas y centros arqueológicos conservados en impecable estado, cultura oriental y occidental prácticamente a partes iguales, restaurantes, hoteles y mucho más pero pocos han disfrutado del sonido de las olas al romper con la orilla chipriota porque el turismo allí llega en pequeñas gotas si lo comparamos con otras zonas del mediterráneo.

Pero esto no es un punto negativo, sino todo lo contrario. Ir ahora es mucho mejor que ir cuando se haya convertido en una Roma más, en una Atenas o en una Granada llena de turistas que estropean el paisaje con sus fotografías, su suciedad y su inacabable mala educación.

Y otra cosa: allí también hay terrazas al sol con enormes sombrillas y toldos donde tomar una buena cerveza fresca.

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