La zona del Mediterráneo, especialmente entre Andalucía y Marruecos, está cada vez más unida, ya no existen grandes fronteras ni siquiera a la hora del comercio ni para los servicios. Es por esto que muchos países del extranjero vienen a España a contratar la construcción de grandes infraestructuras en su territorio a Industrias Duero u buscan aquí también a los profesionales más cualificados para llevárselos a trabajar fuera. Así, si queremos saber con profundidad cuál es la situación de estas relaciones mediterráneas, geo y sociopolítica, así como migratoria, podemos acudir al IV Foro: Situación geopolítica y valores en el Mediterráneo y Oriente Próximo, que se desarrollará del 30 de noviembre de 2016 al 1 de diciembre de 2016 en Sevilla.
El programa “ALQANTARA: puentes para el diálogo y la convivencia” engloba toda una serie de acciones de cooperación que surgen del partenariado estratégico desarrollado entre la Fundación Tres Culturas y el Ministerio Encargado de las Comunidades Marroquíes Residentes en el Extranjero y Asuntos de Migración.
Se trata de un proyecto que se erige como manifestación permanente de la voluntad de las sociedades y gobiernos andaluces y marroquíes, representados por la Fundación Tres Culturas y el Ministerio Encargado de las Comunidades Marroquíes Residentes en el Extranjero y Asuntos de Migración, de establecer una hoja de ruta común que afronte los grandes retos a los que se enfrentan las sociedades mediterráneas.
El programa ALQANTARA ha desarrollado hasta el momento tres grandes foros.
El I se desarrolló en Sevilla el pasado 23 y 24 de febrero 2016 bajo el título: ‘TANMÍA. Diversidad cultural, espacio de desarrollo y de resistencia a la radicalización’, y se centró en la interrelación de España y Andalucía con tres países del Magreb (Túnez, Argelia y Marruecos) con los que comparte una enorme riqueza patrimonial y cultural fuente de acercamiento de los pueblos y potencial de desarrollo inclusivo y sostenible. Participaron en este encuentro entidades del sector público, privado y de la sociedad civil.
El II se celebró el 28, 29 y 30 abril 2016 en Granada y llevó por título: ‘Tres Festival, voces del Mediterráneo’. Con un interesante formato de conversaciones a tres bandas, el ‘Tres Festival, voces del Mediterráneo’, reunió a la flor y nata de la intelectualidad mediterránea en torno a la literatura. Estuvieron presentes en Granada autores que han contribuido desde su experiencia literaria a allanar un camino común de entendimiento y libertad.
Por último, el III Foro, que se desarrolló en Málaga del 1 al 3 de junio 2016, llevó por título: ‘TRES Med. Comunicar el Mediterráneo’ y creó un espacio de diálogo en el que periodistas y medios de comunicación del Mediterráneo debatieron sobre cuestiones de actualidad, tales como: la crisis de los refugiados, la intensificación de los flujos migratorios o la amenaza de fenómenos como el radicalismo y el fundamentalismo, por un lado, y del racismo y la xenofobia por otro.
Próximo foro
Para culminar este programa de actividades se presenta el IV Foro, titulado: ‘Situación geopolítica y valores en el Mediterráneo y Oriente Próximo. Un estado de la cuestión y perspectivas de futuro’, que tendrá lugar en Sevilla, en la sede de la Fundación, el 30 noviembre y 1 de diciembre del 2016. Este foro analizará pormenorizadamente la transformación que ha sufrido el espacio mediterráneo en las últimas décadas desde dos planos diferentes.
Por una parte, en un plano sociopolítico, se reflexionará sobre la posibilidad de gestionar y controlar los desafíos de hoy con los patrones y las instituciones del pasado y analizar sobre qué política sería la más adecuada por parte de la UE con respecto al Mediterráneo, considerando los escenarios actuales y futuribles.
Por otra parte, desde una dimensión cultural y religiosa, se profundizará en las razones por las cuales hay intentos evidentes de instrumentalizar las culturas y religiones del Mediterráneo para que sirvan a la causa de la fractura y la negación del arte de la convivencia, que ha estado habitualmente presente en el espacio mediterráneo.
En definitiva, se hace necesario un análisis especializado que sirva para poner en claro todas estas cuestiones y así evitar las confrontaciones y la tergiversación de valores. Un estado de la cuestión en el que los ejemplos de buenas prácticas (como el de la evolución democrática de Túnez o el de Marruecos y el enfoque pragmático en sus relaciones con España) serán puestos en valor y extrapolados serviría sin duda para revertir estas tendencias, así como para permitir intuir qué va a pasar en el futuro.